Neuroéxtasis

Capítulo 10. Cerebro, éxtasis y naturalización Rave


            10. 1. La aventura informacional de la caja negra
            10. 2. La experiencia neuro-XTC
            10. 3. El Coktail techno-activo
            10. 4. Las pistas de la Neuroteología
            10. 5. Danza, meditación móvil y explosión techno-ritual    
            10. 6. El trance masivo o el overloading iniciático
            10. 7. Riesgos de la trance-gresión


10. 1. La aventura informacional de la caja negra.

La neurociencia social estudia las relaciones existentes entre los procesos biológicos del cerebro y la interacción social.[1] Fenómenos como la comunicación, la atracción, la empatía, el amor, la cooperación, la afiliación, la sexualidad, la persuasión, la competencia, la agresividad y el miedo, son ejemplos del campo de estudio desarrollado en las últimas décadas del siglo XX en investigaciones realizadas por biólogos, neurólogos, psicólogos, científicos sociales y humanistas. El objetivo en común ha consistido en la mejor comprensión de la influencia recíproca de los procesos de comunicación y el funcionamiento de la mente humana.
            Hasta no hace mucho tiempo se pensaba que ciertos genes maestros se encargaban de activar el ADN necesario para producir las proteínas apropiadas para el desarrollo y la conducta (Crick, 1970). Estos arquitectos genéticos eran concebidos como las fuerzas milenarias de la evolución encapsuladas dentro de cada célula, aisladas totalmente de las influencias culturales y de los vínculos personales. Esta idea ha cambiado con el desarrollo de la neurociencia social y el nacimiento de las neurohumanidades. La biología humana, incluyendo sus procesos neuroendocrinológicos e inmunológicos, ha evolucionado y lo seguirá haciendo, de acuerdo a su coexistencia con los medios natural y social. [2]
Así, en el área de las neurociencias se ha considerado que uno de los principales retos en las próximas décadas será la aventura del descubrimiento del funcionamiento cerebral. También es cierto que la decodificación del genoma humano alimentará dichos resultados, ya que más del 60% de este genoma codifica proteínas específicas del cerebro.[3]

Para este objetivo, es decir, para la paulatina iluminación de la llamada caja negra, los científicos han desarrollado diversas técnicas de visualización del funcionamiento cerebral, por ejemplo, la electroencefalografía computarizada, la magnetoencefalografía, la resonancia magnética (MRI), la tomografía por emisión de fotones únicos (SPECT) y la tomografía por emisión de positrones (PECT o PET).

Gracias a estas técnicas de fotografía cerebral, hoy sabemos que el cerebro humano tiene estructuras antiquísimas, que vienen desde los reptiles y que se relacionan con comportamientos de ritualización, formación de jerarquías y obediencia ciega a la autoridad. Otro nivel estructural del cerebro humano es el llamado sistema límbico que se asocia a las emociones, como la lujuria, el miedo o la furia. Su funcionamiento a través del hipotálamo tiene que ver con la secreción de hormonas con potentes efectos psicológicos. En la esfera de lo sexual, éstas juegan un papel muy importante.[4] Como característica especial del cerebro humano, la tercera gran estructura es la que se relaciona con los dos metros cuadrados de neocorteza cerebral. En la neocorteza se encuentran las funciones superiores del cerebro. Esta estructura tiene una íntima conectividad con el tálamo. Casi toda la información que llega a la neocorteza cerebral lo hace a través del tálamo. “Geométricamente es como si el tálamo fuese una séptima capa elaborada de la corteza cerebral”, ya que gran cantidad de axones conectan  también la corteza cerebral con el tálamo en forma recíproca. Según el Dr. David Mumford, maestro del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Harvard y representante actual del intuicionismo matemático, el tálamo es como un pizarrón activo donde las diferentes áreas de la corteza cerebral, funcionando simultáneamente (en paralelo), inscriben temporalmente los resultados de sus computaciones para enterar a otros núcleos  del tálamo, y por tanto, a otras zonas de la corteza cerebral. [5]
En todos los mamíferos, dice el doctor Mumford, la neocorteza cerebral tiene una estructura extremadamente similar: seis capas con un reducido número de tipos celulares, uno de los cuales -la célula piramidal- representa más de la mitad del total de las células; y un patrón similar de conectividad local, global dentro de la corteza y subcortical. [6]
El que en el ser humano las diferentes vías visuales, lingüísticas, musicales  y motoras tengan una estructura celular y un patrón de conectividad extremadamente similar, sugiere que, a pesar de la aparente diferencia en sus funciones, desde el punto de vista computacional y matemático-geométrico, deben de existir isomorfismos importantes en el proceso cerebral de información. La lógica de esta operación informática básica de la corteza cerebral es uno de los grandes enigmas que trata de dilucidar la neurociencia computacional, disciplina que conjunta neurobiólogos, matemáticos, informáticos y neuropsicólogos. La neurociencia computacional es la ciencia que puede proporcionar un marco teórico para los diversos hallazgos en el área de las imágenes cerebrales funcionales.[7]
Pero, ¿cuál es el significado computacional de la arquitectura celular encarnada en la corteza cerebral? ¿Cuáles son las características de este módulo computacional tan versátil  que igual analiza información visual que musical y lingüística?
Se estima que cada hemisferio cerebral contiene unos 10 000 millones de neuronas. Éstas están distribuidas  en unos 100 módulos o áreas funcionales cada uno. Cada módulo, por tanto, contiene unos 100 millones de neuronas de las que 60 millones son neuronas piramidales.  Dado que cada módulo o “experto corticocerebral”  está conectado con otros 30, cada una de estas vías intracorticales contiene 60 000 000/3 = 2 000 000 de axones piramidales, es decir, una vía del grosor del nervio óptico, principal puerta de la percepción  del entorno al cerebro. En esta arquitectura, el trabajo computacional de la corteza es fundamentalmente el que va y viene en las vías recíprocas que conectan  pares  de áreas, tratando de reconciliar sus constructos vía algún tipo de “algoritmo de relajación.” [8]

10. 2. La experiencia neuro-XTC

El principal psicofármaco relacionado con la cultura Rave  que es el Ecstasy (MDMA, 3,4 metilendioximetamfetamina) altera precisamente estos algorítmos de relajación, produciendo nuevas configuraciones del funcionamiento cerebral, lo que conduce a estados alterados de conciencia.[9]  Desde el punto de vista bioquímico, aumenta la actividad de las redes neuronales que utilizan serotonina y dopamina, especialmente en los centros de gratificación del cuerpo estriado y del nucleus accumbens (centro del cerebro, cerebro reptil). La elevación de estas dos sustancias se relaciona con el bienestar mental. De ahí que la MDMA haya adquirido fama internacional como “la penicilina del alma. ” [10]
El Ecstasy, sustancia preferida en la escena techno, es una anfetamina modificada y patentada por el laboratorio alemán Merck el 16 de mayo de 1914.  Los investigadores, quienes buscan en aquel entonces una sustancia para reducir las hemorragias, le archivan como “químico intermedio para productos de valor farmacéutico potencial,” siendo olvidada hasta los años 50 cuando es utilizada por investigaciones secretas del Army Chemical Center en los Estados Unidos de Norteamérica con fines de espionaje, lavado de cerebro y control mental. Debido al hecho de que estos estudios son realizados en animales, los militares no se percatan de la importancia de esta nueva sustancia en humanos. La MDMA sólo adquiere relevancia hacia finales de los años 60. En 1965, el químico Alexander (Sasha) Shulgin de la San Francisco State University sintetiza nuevamente la sustancia con una dosis de 120 miligramos que él mismo consume, reportando los siguientes efectos:

Me siento absolutamente limpio, adentro de mí sólo existe  euforia. Nunca había disfrutado de un estado de bienestar tan pleno, tampoco había creído que sentirse tan bien fuese posible. La purificación, claridad, y sentimiento maravilloso de una sólida fuerza interna  continuó durante el resto del día y el anochecer. Estoy excesivamente impactado (overcome) por la profundidad de la experiencia. [11]

Este efecto de la MDMA en la psique humana, un estado exaltado de conciencia de fácil control, con un aumento en la responsividad emocional, una disminución en las barreras a la comunicación, una apertura y sentido de cercanía a los otros, comienza a ser utilizado por cientos de psicoterapeutas en los Estados Unidos (principalmente en la costa oeste) a principios de los años 80. Las terapias psicolíticas se realizaban con LSD en diversos centros americanos y europeos. Al igual que en el análisis de los sueños,  durante el estado psicodélico los mecanismos de defensa disminuyen y el material de conflicto inconsciente se muestra de manera simbólica. En Suiza, un grupo de psicoterapeutas con formación psicoanalítica fundan la Swiss Medical Society for Psycholitic Therapy en 1988, obteniendo resultados entusiastas sobre el beneficio de la MDMA en el proceso terapeútico.
Se le conoce entonces popularmente con el nombre  de Adán, es decir, una referencia al “regreso hacia un estado natural de inocencia antes de que la culpa, la vergüenza, la pena, y los sentimientos de autoestima devaluada surgieran.” [12]
A principios de los años 80, la producción de la MDMA está controlada por un grupo de químicos conocidos como el Boston Group. La popularidad de la sustancia en Texas provoca que uno de los distribuidores inicie una empresa propia de producción masiva por su propia cuenta. Así surge el Texas Group en 1983 a la par de una fiebre masiva en la que el Ecstasy se reparte en los bares y discotecas de moda e incluso puede comprarse vía telefónica o en algunas tiendas  bajo la etiqueta de Sassyfras, precursor botánico de la MDMA.
A mediados de esa década, la MDMA comienza a ser utilizada por los yuppies y su consumo se expande. En vez de llamarle Adán o de poner un nombre más adecuado como Eva o Empatía (la MDE, una sustancia similar a la MDMA porta ahora este nombre), los distribuidores más o menos clandestinos de la red de los Angeles, Boston y Texas le llaman Ecstasy (1981). Quienes la consumen, reportan sentirse realmente bien por primera vez: “una emoción y exaltación poderosas, un estado repentino de intensa sensibilidad, un rapto de iluminación interna, el frenesí de la inspiración poética, el transporte mental hacia  la contemplación de las cosas divinas.”
En 1988, la DEA (Drug Enforcement Agency) prohibe su uso y la coloca definitivamente en la más restringida de todas las categorías de drogas (Schedule One), imposibilitando su producción y uso médico. Así, la MDMA cambia de ser un instrumento psicoterapéutico conocido popularmente como Adán a una sustancia prohibida que llama la atención y curiosidad de miles. [13]
Ni el laboratorio Merck, ni los militares de los Estados Unidos interesados en la tortura y la revelación de secretos descubren los potenciales de la MDMA. La responsabilidad afectiva, la apertura expresiva y el sentimiento de cercanía no son, afortunadamente, aplicados con fines malignos a gran escala. A diferencia de los investigadores alemanes y de los militares estadounidenses, psiquiatras y jóvenes encuentran en ésta sustancia olvidada una esperanza potencial de experimentación de estados de conciencia desconocidos, altamente atractivos y curativos.
Con las prohibiciones de la DEA, la fama de la MDMA se propaga al otro lado del Atlántico. David Pierce documenta la primera introducción de la sustancia a Europa a través de los discípulos del Bhagwan Shree Rajneesh, los sannyasinos. Sannyasa es una palabra sánscrita que significa completa y/o perfecta renunciación. Los miembros del culto la agregan sigilosamente a las bebidas de los simpatizantes para -en una frase irónica- “abrir sus corazones y sus bolsillos.” [14]
Bajo una forma más publica, el consumo de MDMA se relaciona estrechamente con el nacimiento de la música Acid House en la famosa isla española de la vida nocturna, Ibiza.  Hacia el verano de 1986, Ibiza es mundialmente conocida como la isla del XTC.
La MDMA  pura tiene la apariencia de una sal sólida, blanca y cristalina.  Su sabor como otras sustancias psicoactivas es amargo. La dosis adecuada oscila probablemente entre los 120 mg - 130 mg, esto es, 2 miligramos por kilogramo de peso corporal. Su presentación en las celebraciones de la cultura Rave varía en tabletas, cápsulas, polvo y líquido.  La MDMA es absorbida desde el tracto gastrointestinal hacia el flujo sanguíneo. Raras ocasiones es  inhalada, fumada o inyectada.[15]
El efecto extático de la MDMA sucede dentro de los veinte y sesenta minutos siguientes a su ingestión. Tomada vía oral, su absorción es más rápida en el estómago vacío. Algunos describen la MDMA como un  psicoestimulante y un alucinógeno débil (enteógeno). Y es que se trata de una anfetamina metoxilada, lo cual la relaciona estructuralmente con la mezcalina.[16]
Al ser tomada por primera ocasión, la MDMA puede generar un estado de ansiedad y sensación de naúsea, así como confusión.  Extrema sensibilidad táctil, lo que se conoce entre los Ravers como el rush, lo cual está relacionado con el exceso de dopamina y serotonina en el cerebro y dura entre una hora y media y dos horas. Los efectos primarios del compuesto duran entre 3 y 8 horas, dependiendo de la sensibilidad y la pureza de la sustancia. [17]
La MDMA es caracterizada también como una sustancia empatógena y entactógena (empathogen-entactogen). El primer término también describe otras sustancias que superan las barreras de comunicación y que se relacionan estructuralmente con el Ecstasy como la MDE (methylenedioxyethylamphetamine) conocida popularmente como Eva, o la MBDB (methoxymethylenedioxyamphetamine).[18] El segundo se refiere también a estas sustancias capaces de generar una sensación de tocarse en el interior de sí mismo (touching within), produciendo un sentimiento en lo más  profundo de nuestro ser (one’s innermost being).[19]
Lo mágico, lo sagrado y lo sublime son propulsados por la MDMA. Una de sus grandes virtudes -en opinión de los Ravers- es la de ser una sustancia altamente controlable. Si bien puede existir un efecto de deréalisation (des-realización, salida de lo real), raramente sucede una despersonalización en el sentido estricto del término. Bajo el efecto del Ecstasy uno se siente en comunicación con el todo, pero nunca aislado o marginado del Cosmos.
Ecstasy es sinónimo de proximidad y comunicación; intensificación de los sentidos, especialmente el del tacto; los colores se vuelven más brillantes, el aire abraza la cara y el cuerpo, las plantas y la tierra junto con las nubes, el agua y la luna, respiran armónicamente.
Normalmente la MDMA no ha sido clasificada por los especialistas como una sustancia “enteógena.” [20]  Sin embargo, Shulgin interpreta el efecto enteógeno de la MDMA a partir de su propia experiencia llamándole “Plus Four”, mismo que -según los expertos- sucede sólo en una minoría de aquellos que consumen la sustancia por  primera vez:



Plus Four: “Estado trascendental extraño y precioso que ha sido denominado “experiencia cumbre”, “experiencia religiosa”, “transformación divina”. En definitiva, no está conectada  con las intensidades +1, +2 y +3 de cualquier sustancia. Se trata de un estado de participación mística, de conexión con el adentro y el afuera universales que adviene inmediato a la primera ocasión en la que se consume, pero que no necesariamente se repite  en subsecuentes ingestiones de la misma sustancia. Si se llegará a inventar una sustancia que consistentemente produjera esta experiencia ++++ en todos los seres humanos es concebible que mostraría la “cima de la evolución” y quizá el final del experimento humano.” Esta experiencia “+ + + +” son hoy en día poco frecuentes, pero en MDMA, incluso el espíritu más escéptico y cansado del mudo puede:
 “ver el mundo en un grano de arena,
y un cielo en una flor silvestre
abrazar el infinito en la palma de tu mano
y la eternidad en una hora (W. Blake) [21]


10. 3. El Coktail techno-activo

La MDMA es sólo una de las múltiples sustancias psicoactivas consumidas en la escena dance. Otras sustancias que producen efectos de aceleración (anfetaminas y metanfetaminas como el speed, la cocaína, el crack, la efedrina, y los poppers), así como de relajación (Temazepam, GHB o ecstasy líquido, DXM) y de estados alterados de conciencia (Ketamina o Special K, LSD conocido como ácidos o aceites, psilocibina, cannabis, etc.), son familiares a la escena de la música electrónica.[22]
La marihuana  (cannabis sativa) es la planta de mayor uso recreacional entre los jóvenes, debido a las propiedades psicoactivas, sedantes y analgésicas de sus compuestos canabinoides como el tetrahidrocanabinol (THC). Las proteínas-G son sus efectores en las membranas neuronales. Los canabinoides actúan indirectamente en la actividad de diversos neurotransmisores del sistema nervioso central, incluyendo el dopaminérgico (anti-estrés) de la anandamida, circuito de recompensa (reward circuit, el cerebro también genera su propia cannabis). Los consumidores reportan mayor estimulación sensorial y una conciencia elevada, aunque las pruebas científicas revelan menor audición y menor percepción de las emociones de los otros. La disminución en la coordinación motora y en la memoria a corto plazo fungen como relajantes aptos para la experiencia. Al igual que el LSD, en dosis altas puede desencadenar alucinaciones visuales y auditivas, así como flashback's, es decir, recurrencia  repentina del efecto de la planta en semanas o meses. No obstante, sobredosis fatales con marihuana no han sido hasta la fecha documentadas. Existe controversia respecto a si produce cambios cerebrales permanentes. En consumidores crónicos se ha descrito, por ejemplo, el síndrome antimotivacional (que consiste en apatía, falta de motivación, déficit de atención y deterioro de la memoria), así como hipoglucemia, disminución de la concentración de espermatozoides, impotencia, y ciclos menstruales irregulares. Las funciones parecen normalizarse con la abstinencia.[23]  
La cocaína es una de las sustancias más populares entre jóvenes. Su precursor publicitario se encuentra en el refresco Coca Cola, dado a conocer a través de los albores de los medios de comunicación masiva del siglo XX como un exilir estimulante de cafeína y cocaína, remedio para el dolor de cabeza. Thomas Edison, Julio Verne y Sigmund Freud son algunos de sus famosos consumidores. En 1914, la Harrison Act, primera ley federal anti-cocaína en los Estados Unidos, limitó la obtención de la sustancia a la prescripción médica. Hasta los años 70 sus consumidores primarios fueron actores y músicos de jazz. En los años 80 la sustancia comenzó a popularizarse al grado de reducir su costo bajo presentaciones como el crack, la base libre de la cocaína aparecida en 1985, altamente consumida entre los sectores urbanos no privilegiados. Su consumo puede desencadenar emergencias graves como hemorragias intracraniales y psicosis. A pesar de su alta toxicidad y su consumo ampliamente difundido, y en parte por sus propiedades analgésicas aprovechadas principalmente por la anestesia oftalmológica local, se ha catalogado en la categoría II, como una sustancia que cuenta con usos médicos legítimos, no obstante su potencial adictivo. (Schedule Two, Comprehensive Drug Abuse Prevention and Control Act, 1970). [24]
El ácido lisérgico conocido como LSD (D-Lysergic acid diethylamide)  es un derivado sintético del alcaloide del cornezuelo obtenido en  1943 por el químico suizo Albert Hoffman. Clasificado entre los alucinógenos como la mezcalina,[25] la psilocibina de los hongos mexicanos, las semillas de la vírgen y la nuez moscada, el LSD o los Aceites son junto a las Tachas o Nenas las sustancias predilectas de la experiencia technoritual. El DMT (N,N,-dimethyltryptamine) es otro alucinógeno bien conocido en la escena electrónica en otros países. Los efectos de ambas sustancias pueden ser no tan agradables y terminar en un mal viaje (bad trip). Se combina con otras sustancias como la MDMA y la cannabis. Los efectos del LSD incluyen la percepción alterada del color y la forma, sinestesia, vértigo, temblor, naúsea, debilidad, ansiedad, percepción alterada del tiempo, alucinaciones visuales y un estado de ensoñación exacerbado por más de 12 horas. [26]
Desde los años 50's, el uso del LSD ha sido catalogado de ilícito, no obstante algunos de sus resultados positivos como apoyo a la psicoterapia verbal.[27] Una manifestación persistente después de su consumo es el desorden perceptual postalucinatorio (flashback's) que consiste en la recurrencia intermitente de alucinaciones visuales semanas, meses o años. [28]
La Fenciclidina es una sustancia blanca, cristalina e inodora. Conocida como polvo de ángel o cristal, fue sintetizada  en los años 50 como un agente anestésico, que llevaría el nombre comercial de Sernyl. Su apariencia es semejante a la de la cocaína y al igual que ésta se fuma, inhala o inyecta. Bajo su efecto, puede experimentarse una euforia intensa, aunque también sentimientos de depresión, violencia y psicosis. El organismo puede permanecer despierto aunque aparentemente disasociado del ambiente. Al igual que la Ketamina, su efecto anestésico- disociativo y la falta de depresión respiratoria fueron consideradas ventajas de esta sustancia. Sin embargo, se ha descrito el desarrollo de síntomas psicóticos por periodos de hasta diez días después de su consumo. En 1965, la investigación sobre el Sernyl fue suspendida y de 1967 hasta 1979 fue como la Ketamina actualmente, restringida al uso veterinario bajo el nombre de Sernylan. La llamada también pastilla de la paz (Peace Pill) se ubica desde entonces en la categoría II de sustancias neurotóxicas, aunque de aplicación médica (U.S. Drug Enforcement Agency). En los años 60, la sustancia se popularizó durante el Summer of Love en San Francisco, California. Su estructura de fácil modificación ha permitido su síntesis en el mercado ilegal y le ha difundido como sustituto del hidrocanabinol. Se le puede encontrar como cápsula, polvo, tableta, cristal, y líquido. El Special K es preferentemente una sustancia utilizada en el post-Rave, después de una o varias noches de intensa actividad para disminuir los malestares del terrible regreso a la realidad...[29]
El consumo de sustancias para experimentar otros estados de conciencia es inherente a la cultura. Desde los primeros tiempos, los seres humanos hemos buscado estados alterados de conciencia en los que hemos encontrado la revelación de la realidad y el fin último de la existencia. De manera individual o colectiva, marginal o institucional, dicha empresa ha sobrevivido en todas las culturas y en todas las épocas. Recurrir al consumo de ciertas sustancias, a la práctica de algunos rituales, así como a diversas técnicas de meditación, todas estas acciones representan diversas formas de alteración de la conciencia; fenómeno indispensable o  función necesaria para la supervivencia del ser humano. [30]
En términos generales, el mundo occidental ha quedado al margen de la importancia que otras culturas otorgan a la obtención de dichos estados en el ámbito de lo sagrado. En nuestra cultura materialista, racional y progresista, la mayoría de las veces se habla de alteración de la conciencia bajo un discurso médico, e incluso, moralista. Así, resulta que sólo dos estados de conciencia son aceptados en Occidente: el estado de vigilia y el estado de sueño. Todos los otros son considerados como inválidos y sospechosos en el ámbito científico.
Bajo esta perspectiva, la etiqueta de sustancias peligrosas responde más  a un juicio moral que a razones objetivas. A manera de ejemplo, en nuestra cultura el alcohol y el tabaco por su situación legal son sustancias consideradas más puras que la cannabis, los opiáceos y sus derivados que por su ilegalidad cargan con connotaciones de impureza. Contrariamente, en países islámicos de tendencia fundamentalista como Irán, Arabia Saudita y Libia el uso indebido del alcohol es  causa de sanciones severas que pueden llegar hasta la pena de muerte. En suma, cada cultura se familiariza con el consumo de ciertas sustancias, mientras que otras son vistas como extrañas o extranjeras y de manera inconsciente se les teme por constituir una amenaza para el orden social instituido. [31]
El Soma, el opio, el hachís, el alcohol, el cornezuelo entre otros, han sido utilizados por nuestros ancestros de las pequeñas y grandes civilizaciones. Aun cuando estas experiencias son tan personales como incomunicables, resulta que la acción entre los componentes psicoactivos de la sustancia y el estado funcional del organismo generan efectos similares, que no iguales. En este sentido, el descubrimiento de los neurotransmisores ha permitido descripciones de interés, planteándose que en las membranas celulares de las neuronas existen receptores que pueden ser excitados o inhibidos por el consumo de ciertas sustancias. El LSD, la psilocibina y la mezcalina actúan sobre los receptores de la serotonina que es un neurotransmisor. La cocaína y las anfetaminas activan los receptores de la noradrenalina y la dopamina; los canabinoides sobre la anandamina (la propia marihuana del cerebro cuyo nombre deriva del sánscrito ananda, la paz interior) y los opioides a las endorfinas. Desde un punto de vista positivista y neurobiológico, se trata de la modificación electromagnética de las funciones cerebrales. Pero por otro lado, más milenario, el consumo de sustancias se traduce en medio para comunicarse con presencias ocultas a la conciencia diurna apolínea.
Música, danza y consumo de sustancias; así es como en la fiesta techno se muestra un aspecto espiritual, una presencia de lo sagrado. La causa de ello no debe sorprendernos. Una constante de toda sociedad humana que rebasa los límites históricos del tiempo y del espacio es la religión; ésta, en su sentido etimológico: re-ligare, (del latín ligare, atar, vincular) reunificar, dar vuelta al origen divino del que hemos sido desprendidos. Sin saber a ciencia cierta si este origen alguna vez exisitió, si en verdad somos creación de un poder que escapa la mayor parte del tiempo a la imaginación humana  y que no obstante, para muchos se encuentra ahí a la expectativa de nuestras acciones, algo así como una mirada que todo lo ve y además todo lo aprueba o lo desaprueba; así, con paso temeroso pero a la vez firme, hemos ocupado y gastado mucho de nuestro tiempo, muchos de nuestros recursos y mucha de nuestra fuerza en ejercicios de carácter sagrado: ceremonias y rituales, sacrificios y templos, instituciones religiosas y guerras santas. Más allá de que Rave sea sólo una industria cultural masiva, es en el fondo, y de ahí su éxito y propagación péstica por el globo terráqueo, una modalidad ritual postmoderna de la eterna búsqueda dionisiaca por una comunión con lo divino, que no obstante su carácter desacralizado y más o menos comercial, persigue la experiencia de comunicación trascendental, misma que otrora se reducía al ámbito institucionalizado de la religión. [32]

Infinitos son los testimonios que confirman dicha proposición. Por citar sólo uno, aunque de gran interés: el periodista británico Nicholas Saunders, quien fue precursor periodístico de la música techno y la cultura Rave, también defensor del uso legal del Ecstasy (MDMA) y fundador de uno de los mejores sitios de Internet dedicados a este fenómeno, comentó en uno de sus artículos:

The fundamental effect of Ecstasy is to remove fear. Ecstasy is called the love drug in the sense that love is letting go of fear. (...) What fascinates me is that Rave culture, seen as purely hedonistic by establishment, is frecuently regarded as a spiritual event by those involved. Raves are likened to trancelike tribal rituals where ravers celebrate their unity and shared uplifted state, giving and receiving freely from one another. [33]


10. 4. Las pistas de la Neuroteología

The brain is a collection of physical structures that gather and process sensory, cognitive, and emotional data; the mind is the phenomenon of thoughts, memories and emotions that arise from the perceptual processes of the brain. [34]

Hace más de dos décadas, en marzo de 1982, un día aparentemente gris en Londres, el Dr. James Austin espera su tren (probablemente con dirección a un retiro budista); en ese momento inesperadamente tiene una experiencia mística :

Miraba las cosas como realmente son; el sentido de Yo, mío desapareció; El tiempo no estaba presente. Tuve una sensación de eternidad. Mis viejos anhelos, odios, mi miedo a la muerte y toda sensación de individualidad desapareció. Yo había sido agraciado con una comprensión absoluta de la naturaleza íntima de las cosas. [35]
De esta manera, la Neuroteología no se interesa en la discusión de las instituciones religiosas y la validez de cada una de ellas, sino en la neurobiología del éxtasis místico. Se han estudiado monjes en meditación,[36]  pero también para los neuroteólogos es y será de interés la relación del éxtasis con otros fenómenos como la epilepsia de los lóbulos temporales,[37]  las experiencias cercanas a la muerte, el trance chamánico y todas las manifestaciones rituales en las que diversos elementos como la música, la danza, los cantos, las imágenes, de carácter inminentemente sagrado o desacralizado como en el caso de los Raves, generen una experiencia extática.
Motivado por su experiencia mística, el Dr. Austin comienza a reflexionar sobre los cambios de actividad en los diferentes circuitos cerebrales relacionados con esta experiencia de lo divino: la amígdala, centro alerta a las amenazas, del miedo y la agresividad, debía inhibir su actividad, así como los circuitos de los lóbulos parietal y temporal, áreas que nos orientan en el espacio y en el tiempo.[38]
En términos generales, durante la experiencia de meditación se activa la corteza prefrontal (sede de la atención conocida como AAA, Attention Association Area), lo que produce una intensa concentración.[39] La corteza media prefrontal juega también un papel muy importante en la experiencia espiritual. La hiperreligiosidad, por ejemplo, se ha relacionado con una hiperactividad de esta zona cerebral.[40]
Otros cambios de actividad suceden en las neuronas del lóbulo parietal, las cuales se localizan arriba y detrás del cerebro, reduciendo su actividad durante la comunicación con las representaciones de lo trascendente. Al meditar, la falta de información exterior que llega a esta última zona impide diferenciar entre los límites del propio cuerpo en relación con el espacio, lo cual crea la magnífica sensación de encontrarse fusionado con la totalidad del Cosmos.[41]
Los descubrimientos de la Neuroteología constatan lo que hace muchas décadas, William James en su libro Variedades de la experiencia religiosa, escribe respecto a la universalidad de la experiencia trascendente, es decir, que ésta, es similar donde se le examine y que su fuente más invocada, Dios, estaba en el cerebro. El estilo de pensamiento, ese que transforma la conciencia (presuposición durante miles de años de metafísica oriental) (...) visualizaba (a través de William James) una nueva forma occidental de considerar la  mente y el cerebro. Occidente estaba demasiado preocupado por problemas darwinianos y marxistas para escuchar.[42]
Así, nos diferenciamos de otros homínidos en cuanto que en nuestro cerebro “una luz se encendió.” [43] El éxtasis obtenido por los místicos cristianos a través de la fe ya era obtenido dos mil años antes de Cristo por otras culturas mediante plantas psicoactivas. Los medios difieren, pero no los fines ni resultados. Es muy probable que Teresa de Jesús fuera propensa a bloquear los lóbulos de su corteza prefrontal. Cuando a Santa Teresa le asaltaba una de sus visiones, cabe suponer que sus lóbulos frontal y temporal quedaban inhibidos por causas desconocidas, y que esta inhibición activaba su complejo reptil, cerebro que compartimos con aquellos pehistóricos seres, para permitir el acceso a un nuevo tipo de experiencia que implicaba mantener en suspenso toda actividad lógica y racional dentro del cerebro, para acceder al divino cerebral. [44]
Resulta hoy que la ciencia se aproxima a lo que en otros tiempos pudo pensarse ser su antagonista: la fe. En términos generales ¿no es acaso la ciencia una estructura antropológica similar a la narrativa de la creencia y cuyo sujeto se haya depositado en las computarizaciones lógico-cerebrales?  ¿Cómo es que el discurso de las más altas esferas científicas se acerca al de las escrituras sagradas más antiguas?  La Neuroteología quizá no sea la develación del secreto del por qué nos encontramos bien equipados cognitivamente para concebir hiper-existencias, pero sí puede explicarnos desde un interesante punto de vista las estructuras y los procesos a través de los cuales las divinidades de todos los tiempos se han escondido en los detalles de las constelaciones neuronales. Saber que por gracia, divina o evolutiva, estamos capacitados neurológicamente para una modalidad comunicativa de tal grandeza, de cara a cara con lo trascendente, nos invita a reconsiderar la prioridad que damos al ámbito de la comunicación masiva, tanto en el estudio de las ciencias de la comunicación como en la vida de millones de personas en el mundo. En nuestras sociedades urbanas y mediatizadas, la esfera de lo sagrado ha salido de los templos históricos de la religión y se ha convertido en espuma electrónica desacralizada que se difunde a velocidades y cantidades incomparables mediante millones de aparadores, anuncios de publicidad y estrellas de pantallas líquidas (que van desde un producto para la limpieza a un cantante de rock y más actualmente de un D.J.). Esta transformación (profanación para algunos) del ámbito de lo divino, nos incita a pensar en la preocupación vital de Hölderlin, el rastro de los dioses. Hölderlin, el inigualable poeta se hubiese informado gustoso que los dioses no han huído del todo, y que probablemente, premien aún con creces nuestro llamado... [45]



10. 5. Danza, meditación móvil, y explosión techno-ritual


La danse répresente nulle chose, cher Phédre. Mais toute chose Éryximaque. Aussi bien l'amour comme la mer, et la vie elle même et les pensées... Ne sentez-vous pas qu'elle est l'acte pur des métamorphoses? (...)  La musique lui change son âme.

Paul Valéry [46]


Quien baila, cambia su libertad de juicio por una libertad de movimiento.[47]  A través de la danza, meditación móvil preferentemente colectiva, se alcanzan estados de éxtasis. Si fuese un personaje, la danza estaría ahí entre los daimones, es decir, entre aquellos que comunican los mensajes de los dioses a los humanos y viceversa.
Los neuroteólogos han descrito estos y otros cambios a nivel cerebral durante la meditación inmóvil.[48]  Lo cierto es que la base de los ritos colectivos, ahí donde la coordinación corporal genera una esfera donde el Ego puede sacrificarse y percibirse una realidad trascendente, se encuentra en la estimulación rítmica, la música.[49] Siempre y por doquier, aunque no con la tecnología de punta de los neurólogos, se han experimentado y narrado instantes de éxtasis durante las frenéticas danzas rituales. Desde tiempos muy antiguos han existido pueblos cuyos actos religiosos, ritos y ceremonias, generan una comunicación del hombre con lo sagrado mediante los estados de éxtasis: [50]

En todo ellos vemos cómo la danza, violenta y furiosa, ejecutada bajo las sombras de la noche, y con acompañamiento de estrepitosos instrumentos y hasta el agotamiento de los celebrantes, sirve para provocar la sobreexcitación de las emociones. Unas veces, son muchedumbres enteras del pueblo las que pugnan por alcanzar el estado de entusiasmo religioso por medio de estas danzas frenéticas; otras veces, con mayor frecuencia, unos cuantos escogidos los que, por medio de la danza, la música y toda clase de excitantes, empujan a sus almas, de suyo propensas a dejarse arrastrar por las emociones violentas, a remontarse al mundo de los espíritus y los dioses. (...) Música, torbellino de la danza y excitantes narcóticos son los recursos externos de la excitación  y el entusiasmo. [51]

Sin especificidades religiosas o culturales, existe una misma experiencia extática-ritual a nivel del divino cerebral.[52] En este sentido, la figura de Dioniso puede ayudarnos a comprender el instinto extático de la humanidad a través de la danza delirante:

Lo que aparece en el rito dionisiaco es un sentimiento fundamental de la humanidad, un sentimiento que es común a la mayoría de los ritos primitivos y a las más sublimes, espiritualizadas religiones místicas: Es el profundo deseo que siente el individuo de liberarse de las ataduras de su propia individualidad, de sumergirse en la corriente de la vida universal, de perder su identidad, de ser absorbido por la totalidad de la naturaleza; el mismo deseo que expresan los versos del poeta persa Mualana Yalaluddin Rumi: Quien conoce el poder de la danza, mora en Dios. El poder de la danza es para el místico el verdadero camino  hacia Dios. En el delirante remolino de la danza y en los ritos orgiásticos, nuestro Yo finito y limitado desaparece.  El Yo, el déspota oscuro como lo llama Rumi, muere -y Dios nace. [53]

A través de la danza ritual, e incluso quizá anterior a la creación de los primeros mitos, los seres humanos hemos alcanzado desde tiempos inmemoriales estados alterados de conciencia que hemos relacionado con la existencia de fuerzas sobrenaturales en comunicación con nosotros:

Hay muchas tribus primitivas entre las cuales no encontramos ningún desarrollo  de la mitología, ninguna narración de los hechos de los dioses y ninguna genealogía de los mismos. A pesar de lo cual estos pueblos manifiestan  todas las conocidas características de una forma de vida hondamente penetrada por motivos míticos y enteramente determinada por ellos. Pero estos motivos no se expresan tanto por medio de pensamientos definidos o ideas, cuanto por medio de actos. La máxima de que, para comprender el mito, debemos empezar por el estudio de los ritos, parece haber sido hoy generalmente aceptada por etnólogos y antropólogos (...) Se ha puesto de manifiesto que el rito es un elemento más profundo y mucho más perdurable que el mito en la vida religiosa del hombre. [54]

De la pregunta, ¿qué fue primero: el mito o el rito?, desconocemos la respuesta. Quizá porque se trate de dos caras de la misma moneda en el aire. Lo que sí sabemos es que nuestro vivir más intenso, nuestros momentos más humanos, tienen que ver con los estados de comunicación en los que cuerpo y cerebro están totalmente comprometidos. Lo que vivifica una experiencia, lo que la ritualiza, es justamente la síntesis entre ritmo y significado.[55] De este movimiento danzante que se manifiesta hoy en la cultura Rave resurge en plena postmodernidad una forma alternativa de comunicación con la alteridad (el otro) y también con lo que llamaremos la Alteridad radical (lo sagrado) a principios del siglo XXI. [56]

10. 6. El trance masivo o el overloading iniciático

Los Raves son convocaciones rituales de muchos cuerpos, para formar un sólo cuerpo, masa humana que se estrecha casi hasta la asfixia cuando se trata de vencer el temor al contacto con todo lo relativo a la alteridad (el contacto con los otros) y a la Alteridad trascendente . “Esta inversión del temor a ser tocado forma parte de la masa. Ahí, el alivio que se propaga dentro de ella alcanza una proporción notoriamente elevada en su densidad máxima.” [57] El éxtasis, es el acontecimiento más importante que se desarrolla en el interior de la masa, la descarga. Instante en el que todos los que pertenecen a ella quedan despojados de sus diferencias y se sienten como iguales.[58]  Así se consigue un enorme alivio y un instante feliz. [59]
                La fiesta Rave es una congregación rítmica de cuerpos en la que “densidad e igualdad coinciden desde el comienzo. Ahí todo reside en el movimiento de los cuerpos.” [60]  Rave,  catarsis colectiva se manifiesta en diversos momentos y escenarios. Aunque sucede que bien puede diferenciarse el punto máximo de la descarga. Ello depende de diversos factores que no siempre son los mismos. Puede ser la hora (algunos coinciden en señalar la hora cumbre entre las tres y las siete de la mañana); o bien, que el D.J. logre llevar a la masa al éxtasis. Parece que, en este sentido, la masa se convierte en lo contrario a una masa rítmica, esto es, a una masa retenida, que se predispone a lograr el éxtasis en cierto momento. [61]
A diferencia de los espectáculos deportivos y de los teatros, la masa Rave aún conserva cierta espontaneidad; la hora de llegada y de salida, el tiempo para bailar, para estar con los amigos o hacer nuevos, para vagar solitario o estar en la fogata, los ratos de descanso en las bolsas de dormir o casas de campaña, todo se rige por una decisión voluntaria, libre. [62]
Liberándose de la masa en el centro de la fiesta Rave, alejándose sobre todo hacia los espacios abiertos, suceden simulacros de mutas. [63] Alrededor del fuego colocados. “Lo que falta en densidad real lo reemplazan con intensidad.” A diferencia de la masa, en la muta todos se conocen y aunque dispersados por circunstancias adversas, siempre vuelven a juntarse. Quizá sea la muta en cierta medida las tribus urbanas  que coinciden en los Raves,  independientemente de que cada uno haya llegado por su parte. Se trata de una interesante sincronización colectiva donde la inercia social persigue la reivindicación del cuerpo y su reconciliación con la mente individual mediante el trance extático.
En el contexto de una sociedad postmoderna desacralizada, los Raves han desempeñado la función de s ritos de paso institucionalizados en otras culturas. Ahí es donde las nuevas generaciones de jóvenes reformatean su cerebro, borrando archivos de conductas sociales aprendidos a lo largo de su desarrollo infantil, y abriéndose a nuevas experiencias de socialización. [64] ¿Cómo se explica este proceso de reconfiguración cerebral?
Existen una acción y un conocimiento compartidos, y a su vez, un significado público y uno privado. Uno proviene de la acción individual en el ambiente y el otro de la relación con los de nuestra especie. En síntesis, la mayoría de nosotros tenemos un deseo intenso de entender a los otros y de que ellos nos entiendan, es decir, existe una sed comunicacional.[65]
Cuando un orden social está siendo desplazado por otro, lo que Durkheim llamó anomie, los individuos no se encuentran estrechamente coaccionados por las normas sociales. Pero las sociedades perduran por su capacidad para equilibrar la conformidad y la anarquía (a la manera de Apolo y Dioniso, de lo clásico y lo barroco).[66] La estabilidad proviene del gran significado compartido y la flexibilidad del aparente caos e impredecibilidad de una proporción alta de significado privado.
Los animales sociales usamos expresiones faciales y lenguajes corporales para comunicar nuestros estados internos y acciones deseadas.[67] Como señala Darwin, estos gestos son adaptaciones que han evolucionado para satisfacer las necesidades primarias y de reproducción. Este es también un acuerdo genético-neuronal que pasa a través de las generaciones. Así resulta que el significado no se encuentra en los objetos (pues estos sólo transmiten información), sino que se hereda mediante las neuronas. De ahí el silencio respecto a Lascaux, su significado último se nos escapa... ha desaparecido junto con sus artistas... así es como la verdad se relativiza y el sentido se recrea infinitamente bajo el molde evolutivo de las narrativas fundacionales.
A medida que crecemos nos independizamos a través de procesos de aprendizaje. Ello nos hace más individualistas y menos capaces de comprender al otro, como sucede entre padres e hijos. Pero resulta que la adaptación por aprendizaje no siempre funciona del todo, sobretodo en casos con hechos inesperados como la muerte de un familiar. E incluso podría decirse que la adaptación por aprendizaje se interrumpe en el curso de la vida normal de los mamíferos, justo en el paso de ser niño e hijo al de ser adulto y padre competente. En este proceso de reprogramación nuevas formas de comportamiento deben sustituir a las anteriores. Algo así como resetear el cerebro. [68]
Bajo su modalidad de lavado de cerebro, este proceso se encuentra enormemente difundido en las sociedades, y no sólo en las modernas, pues es un paso esencial en la formación de grupos sociales cohesionados y basados en una confianza profunda. Seguramente esta capacidad de unlearning (des-aprendizaje) cuenta con mecanismos neuromoduladores específicos. La necesidad de los jóvenes en la adolescencia por salir del grupo familiar e interactuar con los otros para intercambiar información y adquirir identidad a través de experiencias compartidas, nos puede ayudar a comprender la atracción que los cultos religiosos y las tribus urbanas hacen florecer entre ellos. [69]
“You have to learn to understand and unlearn to empathize. [70] Estamos aprendiendo constantemente, pero también desaprendiendo. Virtualmente en todas las sociedades existen ritos de paso que ayudan a sus jóvenes a reformatear su disco neuropsicosocial. Ya sean ritos institucionalizados o laboratorios clandestinos como los Raves, en ellos se experimenta con danza y música. El cerebro tiene parádojicamente, la apolínea capacidad de aprender, pero también la motivación dionisiaca para des-aprender, aprender desaprendiendo; un overload sucede a las danzas nocturnas y el consumo respectivo de sustancias, no sólo en los ritos chamánicos, sino también en los Raves. Ahí están los cuartos de descanso o las áreas de camping. Después de una o varias noches festivas, la sobre-excitación lleva a un estado transmarginal de renacimiento: “En la más modesta hierofanía, manifestase un eterno volver a empezar, un eterno retorno a un instante intemporal, un deseo de abolir la historia, de borrar lo pasado, de recrear el mundo. [71]
I0. 7. Riesgos de la trance-gresión

Es cierto que el precio a pagar por vivir una noche de éxtasis en un Rave puede en casos extremos resultar muy alto. Aunque la simple idea de experimentar esta aventura nocturna es atractiva entre los jóvenes, detenerse por un momento en las ideas e investigaciones relacionadas con la genealogía del éxtasis dionisiaco en la cultura Rave, les permitiría no sólo vislumbrar, como al atento tejedor visual de estrellas, las constelaciones de la comunicación festiva  ya hiladas desde tiempos inmemoriales bajo un mismo patrón expansivo moldeado por las manos divinas de la evolución, tanto en el topos celeste como en el mundo de la socialidad neurohumana, conceptual, afectiva y corporal. En un campo más práctico, el estudio de los Raves permite reconocer los peligros del consumo ignorante de sustancias sintéticas, cuya producción clandestina a falta de un control de calidad inaugura múltiples posibilidades trágicas para el organismo. Como en otras escenas de la cultura contemporánea, la escena Rave no escapa en absoluto del consumo de sustancias.  Particularmente el Ecstasy se concibe como una sustancia  recreativa que permite la sociabilidad, pero cuyo consumo requiere de una estrategia de prevención  que informe a los Ravers  sobre sus  efectos secundarios. Dicha estrategia cuestiona los beneficios que la represión por delitos menores o delitos contra la salud han logrado como en el caso de los Estados Unidos. En Europa parece que se ha desarrollado una cultura de prevención basada en la amplia circulación de información sobre toxicomanía, uso ilegal de sustancias, pruebas clínicas y noticias en los medios de comunicación referentes a dicha temática. Prueba de ello son los numerosos sitios y páginas web destinados a la difusión de una cultura de prevención del consumo de sustancias.[72] 
La adicción cotidianiza el ritual extático hasta hacerlo perder su sentido como evento excepcional de sanación espiritual. Se dice que si en la Antigüedad no existía comúnmente la adicción, ello se debía a que el consumo de sustancias psicoactivas se realizaba en contextos sacro-rituales. En el mundo antiguo las drogas poseían un status farmaco-teológico, ellas mismas son elementos, actores y fuerzas del cosmos ordenado en donde los sujetos intentan integrarse con miras a su superviviencia.” [73]
Lo que pasa en nuestras sociedades es que vivimos en un momento de ruptura con lo sagrado, de erradicación del espíritu, del ánima en su sentido energético:

Toda adicción es la compensación del vacío del amor mediante satisfactores fantásticos de necesidades reales (...) las adicciones son esfuerzos por recuperar una percepción original, es decir, el humus, el estado emocional, el modo de visualizar la realidad tan querida en la infancia; es decir, son la búsqueda de la percepción perdida en la niñez. [74] 

Perder cotidianamente la soberanía sobre aquellas sustancias que en otros tiempos eran consumidas excepcionalmente para satisfacer las necesidades del alma, ser fumado por la pipa (recordando las palabras de Baudelaire), podría ser considerado un efecto de la  gran falta de Amor producida por la desacralización de la vida en los tiempos modernos. Claro que existen otras adicciones sustitutorias como el culto al trabajo, al dinero, a la fama, a las compras y a los estereotipos estéticos. Pero resulta que, quien no puede acceder a estas drogas sutitutorias es lanzado a las llamadas drogas duras. No son por casualidad los Estados Unidos la nación de la tierra más reconcomida por problemas de droga. (...) Heroína es la droga sustitutoria americana para las drogas sustitutorias éxito y triunfo.” [75]
El temor de la sociedad moderna a ser tocada por lo desconocido y lo impredecible ha llevado al control de los estados del alma mediante la Ley y  la prohibición de algunas sustancias que en otros tiempos fueron utilizadas por nuestros ancestros para comunicar a las fuerzas suprahumanas sus preocupaciones primordiales. La fe no se depositaba en el progreso lineal y el conocimiento científico de los fenómenos, sino en la entrega incondicionada a la alteridad (comunidad) y a la Alteridad radical. El espíritu de la modernidad, con su grupo básico de referencia que es la familia, se ha encargado de inculcar la sospecha ante los extraños [76]  y de desterrar todo psicotrópico fuera de los templos institucionalizados.[77]
Frente a la modernidad desacralizada, la postmodernidad ha sido concebida como la integración de lo sagrado en la identidad del sujeto moderno. Es el momento en el que los valores y la ideología modernos son cuestionados radicalmente en búsqueda de la esencia del Ser. La postmodernidad significa una revolución en la concepción del mundo, en la ética y la comunicación con la alteridad, y la Alteridad radical, así como en la imagen que el ser humano tiene de sí mismo. [78] En la postmodernidad asistimos a una renovación de las prácticas religiosas. Algunos autores encuentran principalmente  un proceso de descristianización (déchristianisation) o secularización (sécularisation), es decir, el nacimiento de nuevas formas de religiosidad cotidianizadas que difieren de los sistemas instituidos y que suponen una amenaza para el orden social establecido.[79]
            No existe una religión absoluta que sirva de modelo para calificar otras: no existe la mejor religión, como tampoco la más evolucionada. La experiencia religiosa (a la que nos referimos como experiencia technoritual en el ámbito de la cultura Rave) es una, sólo que ésta sucede bajo diversas concepciones del mundo y del ser humano en su relación con lo divino. Según el espacio y el tiempo que nos toque vivir, de acuerdo a la cultura y al imaginario colectivo del que formamos parte, nuestra comunicación con lo sagrado se determina por ciertas construcciones simbólicas y no por otras. En nuestra época postmoderna, el fenómeno Rave nos muestra que la religión no se limita a las formas tradicionales e institucionales del pasado. El nacimiento Rave es la emergencia de una nueva práctica no planeada institucionalmente que para muchos puede sustituir incluso la religión.[80] En términos de su relación con lo sagrado y la religión, el sujeto moderno presenta una duplicidad. Por una parte le es molesto e incómodo mostrar públicamente sus creencias y sentimientos religiosos; no obstante en la intimidad vive sus creencias, es partícipe de rituales y prácticas espirituales hasta alcanzar estados de éxtasis místico. Como interpretación del mundo o como ideología, la modernidad pone al frente el ideal del progreso rechazando las formas tradicionales del homo religiosus. Los pensadores de la religión y del imaginario como Mircea Éliade, Joseph Campbell, Gilbert Durand y Roger Bastide, reconocen que el hombre moderno ignora su condición de ser divino. El espíritu moderno niega la importancia del mito como medio de comprensión para el ser humano en su totalidad; con sus alegrías y angustias, con sus lágrimas y carcajadas, con sus sueños de encanto, pero también con sus trágicas realidades, el mito hace comunicable aquella esencia del ser humano que a falta de él permanecería en el silencio del discurso racional.[81]
Crisis del progreso, crítica radical a la razón moderna, mestizaje de culturas y desarrollo acelerado de las tecnologías de la información, son características del paradigma postmoderno. Alteridad en este sentido, también evoca diversos significados: se refiere a lo diferente, lo extraño o extranjero, lo desconocido, lo excluido, la sombra, la muerte y todo aquello que escapa a los criterios de la razón, amo la palabra lo exótico. Un silencio moderno nos separa de esta(s) esfera(s) oculta(s); por ello es necesario establecer  puentes simbólicos que nos permitan la comunicación con estos ámbitos excluidos. Siendo la alteridad lo otro, y la Alteridad radical lo totalmente otro, esto no quiere decir necesariamente que se trate de algo remotamente lejano. Freud vislumbró que en ocasiones el ser humano se reconoce tan extraño a si mismo como un desconocido. En este sentido los rituales como prácticas de iniciación ejercen la función simbólica de facilitar el acceso a sí mismo, a la alteridad propia. [82]
En la cultura occidental, la capacidad para meditar y el gusto por el self insight han sido históricamente despreciados. Si esto se logra en una noche de Rave, al siguiente lunes se regresa al mundo político, del trabajo y los tabúes, dejando aquella experiencia en la esfera del silencio místico del encuentro nocturno. Nuestro mundo, si se imagina el futuro, lo hace vía los símbolos de la tecnología y el dinero y casi nunca mediante la aventura evolutiva del contacto con la alteridad, incluyendo la espiritualidad. La salud mental tiene que ver con la ampliación de posibilidades comunicacionales, lo cual no es justamente el interés del control elitista del bienestar... hacen falta nuevas metáforas que iluminen el camino andado en silencio por ancestros. Si bien el consumo de Ecstasy ha sido calificado como de alto riesgo neurotóxico, su uso ritual postmoderno es una figura que nos recuerda la genealogía de nuestros estados extáticos y el significado que podemos atribuirles en aras, finalmente, de una sociedad mejor, o por lo menos, un poco menos decadente, que los suicidios, las depresiones, la ansiedad, las adicciones y todo lo catastrófico disminuya.
            En su carácter espiritual y/o sagrado el fenómeno Rave es distante a las formas tradicionales e históricas de la religión. La cultura Rave da asilo a las masas juveniles que han sido desprovistas de las instituciones religiosas tradicionales. Nuevas acciones emergentes con carácter religioso suceden  intensamente en nuestras sociedades actuales. Ahí esta el caso de las sectas, los fanatismos y la guerra santa o terrorismo religioso.
            Rave puede entonces interpretarse como una forma de religión desinstitucionalizada propia a la postmodernidad. La búsqueda de sentido en la era de vacío,[83] la transgresión extática, la pérdida de sí en el tiempo y en el espacio, la ruptura de los lazos sociales,  el ritual festivo y el paroxismo carnavalesco son características de la práctica Rave que por ellas se traduce en una experiencia espiritual, sagrada, mística y religiosa de tiempos tardíos. Rave puede traducirse como el fin de las doctrinas y el renacimiento del mito en su carácter sagrado. Un fuerte sentimiento de pertenencia nace en los Ravers al compartir un mismo espíritu, una filiación simbólica al  carácter sagrado de la festividad donde la colectividad se comunica y se hace Uno, la reunificación con el origen mediante un ritual teatral de música, danza, imágenes virtuales, consumo de sustancias y escenografía psicodélica.





[1] Cacioppo, John T.; Berntson, Gary G. “Social Neuroscience.” In Cacioppo, J.; Berntson, G.; Taylor, S., Schacter, D. (eds.). Foundations in Social Neuroscience. The MIT Press, 2002. p. 3.

[2] Lehrer, Jonah. “The Reinvention of the Self.” Seed. March, 2006. pp. 58-67.

[3] El Instituto Nacional de Salud Mental en Estados Unidos ha integrado los resultados de las investigaciones realizadas en torno a los niveles de los circuitos neuronales, los modelos integrados de la corteza cerebral, los modelos globales del funcionamiento cerebral, y los aspectos neuropsicológicos, así como las manifestaciones psicopatológicas. La iniciativa del mapeo cerebral es un ambiciosos proyecto a 15 años para desarrollar proyectos informáticos  (redes de computadoras, bases de datos gráficos). Al integrar los conocimientos se ayudará a resolver problemas en áreas tan complejas como la esquizofrenia, la fármaco-dependencia, la neurobiología del dolor, la neurobiología de la visión, la neurobiología del lenguaje y la neurobiología de la música. La iniciativa del mapeo cerebral tiene por objeto desarrollar mapas computarizados tridimensionales y modelos de la estructura, funciones, conectividad, farmacología y biología molecular del cerebro humano; esto en diferentes etapas del desarrollo y reflejando tanto los estados normales como los patológicos.” Gómez-Mont, Francisco. “Imágenes cerebrales funcionales en psiquiatría y neuropsicología.” En De la Fuente, Ramón, Álvarez Leefmans, Francisco J. (eds.)  Biología de la mente. México, FCE, 1998. p. 455, 456. 

[4] Los estrógenos se asocian con una estimulación del aspecto Afrodita de la psique femenina; la testosterona se asocia con aumento de la libido. Las interrelaciones entre estas hormonas son complejas. Por ejemplo, para que la testosterona actúe sobre el cerebro masculino tiene primero que transformarse en estrógenos. La importancia relativa de la testosterona disminuye con la edad en los hombres y aumenta en las mujeres. Éstas ultimas tienen niveles de alrededor del 10% de los niveles de testosterona en los hombres.  La oxitocina se secreta durante el orgasmo y está relacionada con las contracciones uterinas que le dan un empujón al espermatozoide y por otro lado, se asocian con la intensidad de ese maravilloso estado de conciencia que es el éxtasis orgásmico.

[5] Ibid. p. 462.


[6] “Piensen que la neocorteza cerebral tiene múltiples expertos con una profunda comprensión de patrones y limitantes específicos usualmente presentes en el mundo; cada experto hace aproximaciones basado en su conocimiento  y, si bien muchas de esas aproximaciones son compatibles y supuestamente correctas, algunas contradicen a otras y se tienen que tomar decisiones entre ellas. Son esta decisiones las que sugiero que se hacen por una forma de votación, proceso que se lleva a cabo en la suma de estímulos en las dendritas de las células talámicas. Estos cálculos se llevan a cabo en unos cuantos milisegundos para pasar a otro asunto que amerite decisión:  por esto se habla de un “pizarrón activo” que se borra varias veces por segundo. El tálamo, a pesar de ser unas 50 veces menor a la corteza cerebral, puede procesar toda esta información pues la recibe en forma ya procesada y resumida.” Mumford, David. “On the computational architecture of the neocortex. I. The role of the thalamo-cortical loop.” Biological Cybernetics, 65:135-145. 1991. Citado en Ibid. p. 463. 

[7] Gómez-Mont Ávalos, Francisco. “La corteza cerebral y la neurociencia computacional.” Información clínica. Instituto Mexicano de Psiquiatría. Volumen 3, Número 8, agosto 1992,  p. 43.



[8] Gómez-Mont,  Francisco. “Neuropsicología de la duda, comunicación de masas y escepticismo.” “Imágenes cerebrales funcionales en psiquiatría y neuropsicología.” En Molina y Vedia, Silvia; García R., Jorge (eds). En Escepticismo y comunicación. México, UNAM, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. p. 12.

[9] Los estados alterados de conciencia (d-ASCs) parecen ofrecer una gratificación que no se alcanza con los estados ordinarios de la misma. La actividad sexual y el consumo de sustancias psicoactivas como la marihuana, pueden inducir a diversos estados alterados extraordinariamente intensos. Tart, Charles. “Sex, Drugs and Altered States of Consciousness.” 1978, Unpublished. Charles T. Tart Homepage.
URL: http://www.paradigm-sys.com/cttart/

[10] Pearce, David. Utopian Pharmacology. Mental Health in the Third Millennium. MDMA and Beyond. BLTC Research, 2002 (updated 2003). URL: http://www.mdma.net/index.html . El desarrollo de las tecnologías de fotografía cerebral  como la PET, la SPECT y la MRI han constituido una importante herramienta para el estudio de la acción de las sustancias psicoactivas en el cerebro humano.


[11] Ibidem. Para una cronología completa del Ecstasy,  Erowid. MDMA Timeline.The Vaults of Erowid. URL: http://www.erowid.org/chemicals/mdma/mdma_timeline.php3

[12] Ibidem.  

[13] Slikker, William (Jr.); Schaumburg, Herbert. “3,4-Methylenedioximetanfetamina.” In Spencer, P.; Schaumburg, H.; Ludolp, A. (eds.) Experimental and Clinical Neurotoxicology. New York, Oxford University Press, 2000. pp. 801-805.

[14] Pearce, David. Op. cit.


[15] La sensibilidad a los efectos psicoactivos es mayor en las mujeres que en los hombres, por lo que el rango de esta dosis puede oscilar hacia valores más bajos o altos (75mg-250mg) dependiendo el sexo y el peso corporal.

[16] En Occidente, las sustancias psicoactivas son usualmente calificadas peyorativamente como drogas. Sin embargo, en muchas otras sociedades alrededor del mundo, tales sustancias han fungido como sacramentos, es decir, como instrumentos principales para los rituales religiosos y el trabajo espiritual. Actualmente, cada vez más especialistas utilizan el término de enteógenos (agentes que nos comunican con lo divino-interno) para referirse a los agentes psicoactivos conocidos más generalmente como psicodélicos (etimológicamente manifestadores de la mente) o alucinógenos. Shanon, Benny. “Entheogens. Reflections on Psychoactive Sacramentals.” Journal of Consciousness Studies. Vol. 9, No.4, 2002. pp. 85-94. 

[17] A corto plazo la MDMA tiene efectos neurotóxicos en las neuronas serotoninérgicas resultando en una disminución de los niveles de serotonina en diversas regiones del cerebro. La neurotoxicidad ha sido definida como el cambio estructural o la respuesta funcional adversa del sistema nervioso a agentes químicos, biológicos y físicos. Las alteraciones dependen de la acción de cada sustancia y pueden ir desde fatiga, ansiedad,  depresión, deterioro de la memoria, hasta paranoia, psicosis, demencia, y cambios severos de la personalidad. Blain, P.; Harris, J. (eds). Medical Neurotoxicology. Occupational and enviromental causes of neurological dysfunction. New York, Oxford University Press, 1999; Sobre el efecto anti-neurotóxico del Prozac administrado en combinación con la MDMA, Doblin, Rick. “MDMA Neurotoxicity. New Data, New Risk Analysis.” MAPS (Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies), Vol. 6, No. 1, Autumn, 1995. URL: http://www.maps.org/

[18] “La empatía es un mecanismo psicológico que nos permite generar actitudes hacia la vida subjetiva de otras personas y percibir lo que la otra persona está sintiendo. Esta forma de comunicación emocional  incluye aspectos somáticos, cambios neuronales y hormonales; aspectos subjetivos (cambios cognoscitivos y sentimentales y aspectos interpersonales. (...) Los seres humanos tenemos una necesidad innata de  recibir respuestas empáticas apropiadas a nuestros estados afectivos. Estas respuestas se codifican principalmente en las expresiones faciales y la modulación de la voz. (...) Ross postuló una especialización del hemisferio derecho para los componentes afectivos del lenguaje. (...) La amígdala es otra estructura cerebral que participa en los fenómenos de empatía. Recibe información sensorial, visual, auditiva y olfativa; emite información a estas mismas estructuras, impartiendo un tono emocional al análisis de esta información sensorial, emitiendo información también a los centros que controlan la frecuencia cardíaca y respiratoria, así como la actividad endocrinológica.” Gómez-Mont, Francisco. “Una perspectiva biológica sobre la empatía.” Información clínica. Instituto Mexicano de Psiquiatría. Vol. 1, Núm. 3, Noviembre, 1990. p.18.

[19] El término de “entactógeno” (entactogen)  fue propuesto por  el Dr. David Nichols en 1986  fundador del Heffter Research Institute, para referirse a las sustancias que producen una profunda experiencia interior. Término compuesto por las raíces en, tactus y gen que hacen referencia a la utilidad psicoterapeútica de las sustancias. Al igual que la palabra tacto, este término tiene una connotación comunicativa en una manera sensitiva y cuidadosa, evitando la ofensa. La adición de las raíces griegas en (dentro) y gen (producir) crean el término de entactógeno con la connotación de tocar dentro de sí mismo (producing a touching within). Gouzoulis-Mayfrank, E.; Hermle, Leo. “Are the Entactogens a Distinct Psychoactive Substance Class? The Contribution of Human Experimental Studies to the Classification of MDMA and Other Chemically Related Methylenedioxyamphetamine Derivatives.” The Heffter Review of Psychedelic Research. Volume 1, 1998.  Por otra parte, el término de “empatógeno” pertenece a  Ralph Metzner del California Institute of Integral Studies, quien llamó la atención sobre el efecto de la MDMA y otras sustancias durante una  conferencia en la Universidad de California, Santa Bárbara (1983). Euforia (gentil o profunda), extraordinaria claridad en una experiencia de introspección, amor a los otros y a sí mismo son las bondades del Ecstasy.

[20] “Enteógeno” es una palabra propuesta por R. Gordon Wasson, Carl A.P. Ruck, Jonathan Ott, Jeremy Bigwood y Danny Staples en 1979 para referirise a las sustancias “que generan una visión interna de dios y la divinidad”,  en suma, una experiencia interior de lo sagrado.Visítese el sitio, Council on Spiritual Practices (CPS). URL: http://www.csp.org/practices/practices.html

[21] Pearce, David. Op. cit .
Nicholas Saunders, autor de uno de los textos más importantes sobre la MMDA, E for Ecstasy (1993).
URL: http://www.ecstasy.org/books/e4x ) cita una afirmación reveladora de un monje benedictino: “El Ecstasy es una apertura directa hacia Dios (A direct channel to God). Saunders, Nicholas. “The spiritual aspect of rave culture.” URL: http://ecstasy.org/info/rave.html; “Spiritual Uses of MDMA in traditional religion.” MAPS (Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies), Vol. 6, No. 1, Autumn, 1995.
URL: http://www.maps.org/

[22] Saunders, Nicholas. “Other drugs used on the dance scene.” 1997.
URL: http://www. ecstasy.org/info/dancedrugs.html



[23] Brust, John C. M. “Cannabis.” In Spencer, P.; Schaumburg, H.; Ludolp, A. (eds). Op. cit. pp. 281-282.


[24] Berliner, Randal. Cocaine.” Ibid. pp.408-412.

[25] A diferencia de la cocaína, la mezcalina ha sido catalogada en la categoría I (U.S. Food and Drug Administration) como una sustancia de alto potencial de dependencia y sin uso médico. La mezcalina ha sido utilizada durante miles de años por los habitantes del norte de México y del sur de los Estados Unidos en rituales chamánicos. Su poder visionario le ha otorgado un lugar entre los enteógenos. La 3,4,5,-Trimetoxifenetilamina se encuentra en el cactus del peyote (Lophophora williamsii) y en el cactus de San Pedro (Trichocercus pachanoi). Pensadores como Aldous Huxley han promovido su consumo como medio de trascendencia y revelación cósmica. Antonin Artaud, por ejemplo, quedó impactado por su experiencia con los Tarahumaras y su danza del peyote. Sus características psicoactivas han sido descritas de manera semejante al LSD, aunque éste es unas cuatro mil veces más potente. Después de unas dos horas las alucinaciones comienzan, antecedidas por un periodo de somnolencia, visión borrosa, naúsea, euforia o ansiedad. Muchas de esas alucinaciones pueden ser sinestésicas (estímulos de cierta modalidad que son percibidos bajo otra, por ejemplo, un estímulo sonoro puede producir la visión de un color o cierta forma geométrica).  Junto a la despersonalización, el tiempo parece prolongarse. Se preserva el Insight, aun cuando puede alternarse con ansiedad o paranoia, llegando a experiencias místicas. Brust, John. Mescaline.” Ibid. pp. 720-745.

[26] Taylor, Michael Alan. The Fundamentals of Clinical Neuropsychiatry. New York, Oxford University Press, 1999. pp. 395-396.

[27] El LSD, la mezcalina y la psilocibina (extraída y sintetizada esta última de los hongos mexicanos por Albert Hoffman en 1958) son consideradas por psicólogos y psiquiatras como sustancias útiles si son tomadas en cantidades controladas, pues aceleran el proceso del insight. El LSD, por ejemplo, ha sido aclamado como un mecanismo disparador que permite al alcohólico enfrentar las causas emocionales de su adicción. Timothy Leary, el sacerdote supremo del LSD, fue expulsado de la Harvard University en 1963 debido a sus estudios psicológicos con la sustancia y detenido por más de un total de 42 meses en las carcéles de los Estados Unidos a causa de posesión de drogas. En el mismo espacio-tiempo una revolución botánica hacía nacer la etnopsicofarmacología con las investigaciones de Richard Evans Schultes sobre las plantas psicoactivas de México y Sudamérica. En 1954 Schultes publicó  textos sobre los rapés del Amazonas y anunció al mundo la existencia del uso tradicional chamánico de plantas productoras de DMT, como la ayahuasca, DMT orgánico tomado en combinación con la enredadera Baniesteropsis. A lo largo de los siguientes treina y cinco años, el grupo de Harvard investigó detalladamente y publicó todos los ejemplos de uso de plantas psicoactivas que observaron. McKenna, Terrence. El manjar de los dioses. La búsqueda del árbol de la ciencia del bien y del mal. Una historia de las plantas, las drogas y la evolución humana. Barcelona, Paidós, Contextos, 1993. pp. 257-279. (Cap. XIV. Breve historia de los psicodélicos). (Food of the gods. The search for the original tree of knowledge. Tr. Fernando Pardo). Visítese el sitio, Timothy Leary on Psychedelics and Consciousness.URL: http://www.leary.com/

[28] Merriam, Arnold. Lysergide” In Spencer, P.; Schaumburg, H.; Ludolp, A. (eds.) Op. cit. pp. 745-747.

[29] Javitt, Daniel. Phencyclidine.” Ibid. pp. 979-984.

[30] Suissa, Amnon J. Toxicomanie et rituels. Religiologiques No. 16 (Rituels Sauvages) Automne,  1997 (77-90) El contenido del texto consultado fue presentado en el coloquio Les rituels sauvages  en la Universidad de Québec (mayo, 1996) y reproducido con anterioridad por la  Association des Intervenants en Toxicomanie du Québec  bajo el título de “Culture, santé mentale et toxicomanie,” Toxicomanie et santé mentale: les actes du XXIVe colloque.En este artículo Amnon J. Suissa (Jefe del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Québec) trata de responder a la relación existente entre cultura y consumo de sustancias. Para ello introduce los conceptos de cultura, toxicomanía, y salud mental, ilustrando con ejemplos concretos como el caso de los Amahuacas del Amazonas y los autóctonos del Canadá. Para el autor,  existe una predisposición cultural para el consumo ciertas sustancias que tiene como objetivo lograr el equilibrio entre el individuo y el medio ambiente (salud mental).

[31] Por ejemplo, los coreanos tienen una concepción sobre el uso del alcohol diferente al de los norteamericanos. Los holandeses aceptan el consumo moderado de la cocaína. En Jamaica, el consumo de cannabis responde al status social de la persona y en Italia  el vino es parte de una dieta diaria, sana y balanceada. Ibidem.


[32] En este sentido, el núcleo fenomenológico de la religión es la alteridad, la cual es también el elemento constitutivo de la subjetividad y la intersubjetividad, y así es como forma parte de la estructura del ser en el mundo: no sólo lo que puede elaborarse como lo monstruoso o lo divino, sino lo que puede ser transformado  en identidad, intimidad, familiaridad. Ciertamente los místicos han descubierto que la otredad total puede ser modulada en el Uno y que es igualmente aterrador (awesome) lo uno como lo otro. Csordas, Thomas J. Asymptote of the Ineffable. Embodiment, Alterity and the Theory of the Religion.Current Antropology. Wenner-Gren Foundation for Anthropological Research. Volume 45, Munber 2, April 2004. p. 164.


[33] Cuando Nicholas Saunders llevó a un monje budista de 70 años a un Rave, él mismo se sorprendió de sus palabras: This is meditation! Reconoció que aquellos jóvenes que se expresaban a través de la danza no eran tan extrovertidos como el estereotipo occidental, sino jóvenes introvertidos con necesidad de comunicarse hacia el exterior. Saunders, Nicolas.  The spiritual aspect of rave culture.
URL: http://ecstasy.org/info/rave.html

[34] D’Aquilli, Eugene, Newberg, Andrew. Why God won’t to go away: Brain Science & the Biology of the Self. Ballantine,  2001. p. 33


[35] La Neutroteología, término utilizado por Aldous Huxley, es la disciplina emergente dedicada a entender las complejas relaciones entre la espiritualidad y la actividad cerebral, con la base experimental de las modificaciones cerebrales en el uso de prácticas espirituales. Con los datos científicos ofrecen  una reflexión teológica desde una perspectiva neuropsicológica. Esta nueva ciencia se estudia en la actualidad como una asignatura en áreas de especialización en varias universidades y centros académicos como, por ejemplo, The Ohio State University, Harvard Divinity School, Pennsylvania Medical School y en el Garret Evangelical Theological Seminary. Costa Bou, Joan.“Algunas reflexiones sobre la Neuroteología. SEDASE. Seminari de Doctrina y Acció social de l’Església. Departament de Teologia moral de la Facultat de Teologia de Catalunya. (24/04/2001). URL: http://www.sedase.net/ArticlesEstudi/sobre_neuroteologia.htm
Neurotheology is the study of subjective experiences which may be termed religious or spiritual in relation to brain anatomy and biochemistry. Also deals with the philosophy and practice of psychology, suggesting a new paradigm for enriching, encouraging, and understanding religious or trascendental aspects of personal experience.” Neurotheology. Neurobiology and Religious Experience.” Haverford College, Psychology 217B,  Spring 2002.
URL: http://www.haverford.edu/psych/biopsych217b/Neurotheology/home.html

[36] D’Aquilli, Eugene, Newberg, Andrew. Op. cit. Las investigaciones realizadas por D'Aquili y Newberg en el Departamento de Medicina Nuclear de la Universidad de Pennsylvania inician en la década de los años 70 mediante el monitoreo de los cambios neurofisiológicos (como por ejemplo, las ondas cerebrales, los ritmo cardíaco y respitarorio y el consumo de oxígeno) durante la meditación de monjes tibetanos y monjas franciscanas auspiciadas especialmente con la tecnología de visualización cerebral conocida como SPECT (Single Photon Emission Computed Tomography). Los resultados demuestran que la experiencia mística es biológicamente observable y científicamente real, es decir, que Dios está, por así decirlo, cableado en el cerebro(hard-wired).

[37] Algunos estudios evidencian el hecho de que la epilepsia en lóbulos temporales se relaciona con la experiencia mística. Muramoto, Osamu. “The role of the medial prefrontal cortex in human religious activity.” Medical Hypotheses (2004) 62. p. 480. Como el caso confirmado en 1857 del gran escritor ruso Fedor Dostoievsky (1821-1881) en su estancia en Siberia; aunque se dice también que quizá su primer ataque lo tuvo cuando recibió la noticia de la muerte de su padre en 1839.


[38] En unas 844 páginas, Austin H., James. Zen and Brain. Toward an Understanding of Meditation and Consciousness. Cambridge-Massachusetts,  MIT Press, 1998. (Scientific and Medical Network 1998 Book Prize).

[39] Ocupando el 29% de nuestra corteza cerebral, la corteza prefrontal ha alcanzado su mayor tamaño en los seres humanos. Algunas lesiones de esta zona se han relacionado con menor capacidad de atención y concentración, alteraciones en la memoria a corto plazo y en las estructuras temporales de conducta con una meta a alcanzar, falta de iniciativa, apatía e indiferencia emocional, hiperactividad, mayor impulsividad y agresión, conducta bromista e infantil (Witzelsucht), y con un aumento en las rutinas repetitivas que bajo otras circunstancias no patólogicas resultan actividades adaptativas. Fuster, Joaquin M. The Prefrontal Cortex. Anatomy, Physiology and Neuropsychology of the Frontal Lobe. New York, Raven Press, 1980.

[40] Otras investigaciones han encontrado que la corteza prefrontal se asocia con algunas conductas espirituales. En esta zona del cerebro se encuentra el pensamiento auto-reflexivo y el acuerdo con las normas sociales. La intensa actividad de los lóbulos frontales aparece tanto en  el desorden obsesivo-compulsivo como en la meditación y en la constante repetición de actividades rituales, sumamente recurrentes en personas religiosas. Muramoto, Osamu. Op. cit. p. 479, 481-483.

[41] “Religion And the Brain.” Newsweek Magazine. p. 2. De acuerdo a los estudios de Newberg (2001), durante el éxtasis místico la corteza parietal superior disminuye su actividad. Es interesante notar que una función importante de esta región cerebral consiste en permitir al individuo efectuar la distinción entre su cuerpo y el medio ambiente, así como orientarle en el espacio. Revoy, Nicolas; Bourdial, Isabelle. “Pourquoi Dieu ne disparaîtra jamais.” Science et vie. Août, 2005. pp. 50-52.

[42] Gómez-Mont Ávalos, Francisco. “Hacia una psicobiología de las trascendencia: Dios en el cerebro.” Salud Mental. México, Instituto Nacional de Psiquiatría, Vol. 3, Año 3. 1980. pp. 42-43.

[43] Quizá la religión haya evolucionado de la experiencia mística que nuestros antepasados experimentaron casualmente al ingerir algunos de los alimentos, fruto de la tierra y que contenían sustancias psicoactivas. De acuerdo a Robert Gordon Wasson en la obra colectiva En búsqueda de Perséfone, un hongo enteogénico Amanita muscaria, podría ser el fruto que Adán y Eva consumieron. González, José Alfredo. El viaje inverso. URL: http://www.iespana.es/lallavedelconocimiento/viakeinverso.htm

[44] Ciertamente, por un lado Teresa descendía al nivel del conjunto de la naturaleza, regresaba al Edén del que, por imperativos de la evolución, nuestros primeros padres fueron expulsados, cuando ellos no habían cobrado conciencia de sí mismos ni eran capaces de autodelimitarse espacio-temporalmente y sentirse extraños en el Jardín; por otro lado rebasaba este nivel y prendía una centella en lo más hondo y primitivo de su mente, en la Séptima Morada,, en el hogar de Dios, de ese Dios que según el Maestro Eckhart reside en cada uno de nosotros. Ibid.

[45] Otros estudios han revelado que la fe es un remedio milagroso contra la ansiedad y que hace que las personas vivan más años.  Revoy, Nicolas; Bourdial, Isabelle. “Pourquoi Dieu ne disparaîtra jamais.” Science et vie. Août, 2005. p. 54-55. (“La foi, remème miracle contre l'anxiété”).

[46]La danza no representa cosa alguna, querido Fedro. Pero toda cosa querido Erixímaco. Así también el amor como el mar, la vida misma y los pensamientos. ¿No sienten que es el acto puro de las metamorfosis? (...) La música transforma su alma.Valéry, Paul. L'Ame et la danse. Paris, Gallimard, NRF, Poésie, 1945. p. 125. 134.

[47] Ibid. p. 141.


[48] Otra de las zonas cerebrales relacionadas con las experiencias de comunicación sagrada  es la VCAA (Verbal Conceptual Association Area) en donde se procesan las palabras y los conceptos. Esta área del cerebro ubicada en la unión de los lóbulos parietal, temporal y occipital tiene que ver con el pensamiento causal, la creación de mitos y su expresión ritual. D’Aquilli, Eugene, Newberg, Andrew. Op. cit. pp. 31-32. Durante la meditación, otros cambios suceden en el sistema nervioso autónomo (como en la respiración, el ritmo cardíaco y la presión sanguínea), así como en el sistema límbico. Las estructuras primarias de este sistema son el hipotálamo (control del sistema nervioso autónomo), la amígdala (que asigna el valor emocional a los estímulos) y el hipocampo (función reguladora del equilibrio emocional). En los seres humanos la actividad de este sistema se integra con las funciones cognitivas superiores resultando en una variedad muy rica de experiencias emocionales. Ibid. p. 39, 42-46.  Algunas alteraciones en el sistema límbico se relacionan con los sueños, las alucinaciones, las experiencias de despersonalización, dèjá-vu's, y experiencias cercanas a la muerte; en el ámbito de lo sagrado con visiones, voces divinas, profecías, resurreción y sentimiento de unidad. El sistema límbico etiqueta la experiencia de importante, de unión con el todo, de alegre, de desprendimiento, etc. Muramoto, Osamu. Op. cit. p. 480.

[49] Si bien la invención vocal no es característica de la vida de los chimpancés, sí lo es la exploración sonora a través de el ruido de percusión. Golpear el suelo con los pies o aplaudir produce el efecto de excitar recíprocamente a los miembros del grupo. En nuestra especie, el tamborileo es también una de las formas más extendidas de expresión musical. En la mayoría de los casos, la música humana también germinó como sincronizador y excitante colectivo. (...) Algo semejante sucede con la danza. Junto a sus golpeteos y aullidos, los chimpancés ejecutan movimientos de balanceo. Morris, Desmond. El mono desnudo. Un estudio del animal humano. Barcelona, Plaza & Janes, 1968. p. 161, 162.  (The Naked Ape. A Zoologist's Study of the Human Animal, 1967).

[50] En un rito, la danza acompaña los ritmos musicales y/o los cantos o plegarias. Al bailar durante un largo tiempo, un beat repetitivo también influye en la actividad neurológica del cerebro que define los límites del Yo. Se trata al igual que en la meditación, de una reducción en la actividad de la llamada OOA (Orientation Association Area), cuya función como hemos señalado más arriba, consiste en orientar al individuo en el espacio físico. D’Aquilli, Eugene, Newberg, Andrew. Op. cit.  p. 4, 28-29.

[51] Rhode, Erwin. Psique. El culto de las almas y la creencia en la inmortalidad entre los griegos. México, Fondo de Cultura Económica, 1era. reimp., 1983. pp. 152-153.

[52] “The trascendence of the self, and the blending of the self into some larger reality, is a major goal of ritualized behavior.” D’Aquilli, Eugene, Newberg, Andrew. Op. cit. p. 79, 80  (Ritual. The Physical Manifestation of Meaning).

[53] “Por su exigencia lógica, la religión griega no podía aceptar los elementos más irracionales del culto dionisiaco. Entonces el sistema del orfismo inventó la narrativa de Dioniso Zagreo, que mostraría un fundamentum in re. Se trata de una realidad ritual. Lo que se ve en el rito se explica en el mito: la teofanía del dios a través de las súplicas, las danzas y el sacrificio. El éxtasis para los órficos tiene ahora un sentido místico: una hieromanía (delirio sagrado). El alma se libera y se comunica con el dios a través del sacrificio de la individualidad.” Cassirer, Ernst. El mito del estado. México, Fondo de Cultura Económica, 8ª reimp. de la 2da. ed., 1993. p. 33. (The myth of the state, 1946.Tr. Eduardo Nicol).


[54] “Los ritos son, en efecto,  manifestaciones motrices de la vida psíquica. Lo que se manifiesta en ellos son tendencias, apetitos, afanes y deseos; no simples representaciones o ideas. Y estas tendencias se traducen en movimientos -en movimientos rítmicos y solemnes, o en danzas desenfrenadas; en actos rituales  regulares y ordenados, o en violentos estallidos orgiásticos. El mito es el elemento épico de la primitiva vida religiosa; el rito es su elemento dramático.” Ibid. p. 33. (The myth of the state, 1946. Tr. Eduardo Nicol).

[55] D’Aquilli, Eugene, Newberg, Andrew. Op. cit. p. 90 (Ritual. The Physical Manifestation of Meaning).

[56] Toda actividad ritual tiene como fin producir la identidad a través del reconocimiento de alguna alteridad.  Rituales de nacimiento, de iniciación y de muerte permiten establecer una comunicación con el Otro (Dios, ancestros, iniciador), asegurando así el estatus de la existencia del individuo o del grupo. Conciencia de unión, de identificación y reconocimiento entre los actores. El rito funciona como actividad mediadora creadora de símbolos de identificación. Para Marc Augé, en esta época de grandes cambios en las tecnologías de comunicación, son los movimientos culturales y religiosos los que elaboran ritos y activan de nuevo la dialéctica identidad/alteridad. Augé, Marc. La guerre des rêves. Exercises d’ethno-fiction. Éditions du Seuil. La librairie du Xxe. siècle, 1997, p. 21, 24, 29 (Le point de la situation: la perception de l’autre aujourd’hui).


[57] Nada teme más el hombre que ser tocado por lo desconocido. Desea saber quién es el que le agarra; le quiere reconocer o, al menos, poder clasificar. El hombre elude siempre el contacto con lo extraño. De noche, a oscuras, el terror ante un contacto inesperado puede llegar a convertirse en pánico. (...) Todas las distancias que el hombre ha creado a su alrededor han surgido por este temor a ser tocado. Uno se encierra en casas a las que nadie debe entrar  y sólo dentro de ellas se siente medianamente seguro.” Canetti, Elías. Masa y poder. Muchnik Editores, Barcelona, sexta edición, 1994. p. 10.  (Tr. Horst Vogel, Mass und macht).

[58] Ibid. p. 12.

[59] Ibid. p. 13.

[60] “Todos los estímulos corporales que han de producirse están predeterminados y se transmiten a través de la danza. Por esquivar y reaproximarse la densidad es conformada a conciencia. La igualdad se exhibe sin embargo a sí misma. Por representación de densidad e igualdad el sentimiento de masa es provocado artificialmente. Estas configuraciones rítmicas nacen con toda rapidez y es tan sólo la fatiga física la que les pone fin.” Ibid. p. 26.

[61] “La masa retenida vive con miras a su descarga. Pero se siente segura de ésta y la retarda. Desea un período relativamente prolongado de densidad, para prepararse al momento de la descarga. Es decir, se calienta en su densidad y retiene lo más posible la descarga. El proceso de la masa no comienza en ella con la igualdad, sino con densidad. La igualdad se hace aquí la meta principal de la masa, en la que finalmente desemboca; todo grito común, toda exteriorización común expresa entonces de manera válida esa igualdad.” Ibidem. p. 26.

[62] Sobre el control de lo espontáneo en los espectáculos deportivos, los teatros y los eventos religiosos. Ibid. p. 21, 32, 33. “A diferencia del público de concierto, los hombres que dejan actuar a la música naturalmente dentro de sí pueden llegar a caer en la más irrefrenable agitación. Cuando los aborígenes de Tasmanía oyeron por primera vez La Marsellesa, que les habían tocado unos marineros al desembarcar, dieron expresión a su satisfacción con extrañas contorsiones del cuerpo y con los más asombrosos gestos, hasta el punto de que los marineros acabaron riéndose a carcajadas. Un joven entusiasmado se tiraba el cabello, se rascaba la cabeza a dos manos y dio grandes gritos en repetidas ocasiones.” Ibid. p. 34.

[63] Muta: Cristales de masa y masa, en el sentido moderno de la palabra, derivan ambos de una unidad más antigua en la que aún coinciden; esta unidad más antigua es la muta. En hordas de reducido número, que vagan en pequeñas jaurías de diez o veinte hombres, es la forma de excitación conjunta con que uno se topa por doquier. Según Canneti la muta es la más antigua y limitada forma de masa. Es una unidad concreta y de acción - a diferencia de tribu, linaje o clan, conceptos sociológicos de carácter estático - que debe ser explorada por aquel que desee comprender el comportamiento de masas. Las mutas se clasifican en mutas de caza, de guerra, de lamentación, de multiplicación. La palabra deriva del latín medio movita que significa movimiento. El francés antiguo meute partió de ahí para significar (alzamiento, levantamiento partida de caza) y de éste provienen palabras como amotinador, sediciosos, y motín, que aparecen hacia 1500. Ibid. p. 95, 96, 98, 99.

[64] Se ha planteado que el  factor más obvio de la evolución biológica en los últimos 500 mil años es que las formas y dinámicas de nuestros cerebros y nuestros cuerpos han crecido y se han adaptado  a través de la comunicación e interacción sociales. “The adaptation includes the face, larynx,  tongue, and hyoid bones, the hands and the brain systems necessary for making and reading the required gestures, grimaces, and utterances, and the glorious symbols and images we find inscribed on the walls of caves and rock shelters on every continent, which are the precursors of writing and computer graphics.” Freeman, Walter J. How do brains make up their minds. Columbia University Press, 2000. p. 141. (Ch. 7 Knowledge and Meaning). La psicología evolutiva ya se ha interesado por la relación entre mente y evolución bajo los principios de la biología evolutiva, la ciencia cognitiva, la antropología, las neurociencias y la psicología. Cosmides, Leda; Tooby, John. “Evolutionary Psychology and the Emotions.” In Lewis, M.; J. Haviland-Jones, M., (eds.) Handbook of Emotions. New York, 2nd. edition. NY: Guilford. Center for Evolutionary Psychology. University of California, Santa Bárbara.  URL: http://www.psych.ucsb.edu/research/cep/emotion.html

[65] Las neurohumanidades permitirán alcanzar una visión, sino la última, sí más global de la relación entre el factor neurobiológico-evolutivo y las interacciones entre individuos y sociedades. En los estudios de estas disciplinas emergentes es y será de interés, el aspecto neurobiológico de las interacciones a nivel micro, meso y macro entre individuos y sociedades. Ese será en las próximas décadas el aporte de la neurobiología al ámbito humanístico para proyectar en un futuro todavía incierto respecto a la evolución de la mente,  los conocimientos obtenidos sobre la cristalización de la cultura en el cerebro.

[66] Ver apéndice, . “Barocchus post-modernus.”  Entrevista con Michel Maffesoli.

[67]  Darwin, The Expression of Emotions in Man and Animals (1878).

[68] Freeman, Walter J. Op. cit. pp. 148-149.

[69] Puede ser que la maquinaria neurológica del proceso de unlearning provenga del genoma de los mamíferos. Sobre la relación entre oxitocina, orgasmo, lactancia y proceso de unlearning. Ibid. p. 150, 152.

[70] Ibid. p. 154. A medida que crecemos nuestros procesos de aprendizaje nos hacen más individualistas. Parece que los humanos hemos descubierto como controlar el unlearnig (que no olvido) a través de los estados de trance y de las técnicas de iniciación. Junto a éstos, el lavado de cerebro y las danzas Rave son formas extremas de conversión neuro-química de la conducta.  Pero cabe destacar, que este proceso de des-aprendizaje (unlearning) es más cotidiano que los Raves de cada fin de semana. De acuerdo a Freeman, el proceso de unlearning sucede incluso cada noche mientras dormimos. Los jóvenes se encuentran en un constante ciclo de aprendizaje-desaprendizaje, en palabras mitológicas, de muerte-renacimiento. Poco se sabe de la neuroquímica de estos ciclos. Ahí otra tarea para las emergentes ramas de las neurohumanidades.

[71] Éliade, Mircea. El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. México, Fondo de Cultura Económica, 2ª. reimp. de la 2ª. ed., 1986. p. 9. (Le chamanisme et les téchniques archaiques de l'extase. Paris, Payit, 1968). Para Gaële Bombereau convertirse en Raver es un proceso de iniciación con principio y fin. En un primer momento la escena Rave encanta al iniciado y a ella se compromete en cuerpo y alma; no obstante, con el paso del tiempo en el Raver se genera un espíritu crítico hacia las juventudes con lo que abandona la escena para  interesarse en otras cosas.  Bombereau plantea que todos los Ravers han logrado convertirse en partícipes del movimiento gracias a un proceso de iniciación. Este proceso supone aprender nuevas formas de comportamiento, evidentemente lúdico, que se contrapone a la realidad del mundo social. La dimensión espacio-tiempo Rave es el  espejo invertido de lo cotidiano. El encantamiento de los Raves se logra por una inversión ética en los iniciados: la idealización, la transfiguración de lo banal y la estetización de la esfera festiva se convierten al individuo que lega a la escena Rave en el partícipe de una prueba comunicacional diferente a lo instituido. Bombereau, Gaëlle. De l’abandon dans la rave a l’abandon de la rave. Technoritualités - religiosité  rave  no. 24 (automne 2001).

[72] Por ejemplo, el Sitio Web Dancesafe.org: URL: http://www.dancesafe.org/
Fallu, Jean-Sebastien. Drogue et culture techno: une approche alternative.Technoritualités - religiosité  rave  no. 24 (automne 2001). Este autor ha propuesto un proyecto de prevención del consumo de sustancias en los Raves antes que una estrategia represiva. Así es como el Ecstasy, junto a otras sutancias de la escena dance y/o Rave como el GHB, el Rophynol, la Ketamina (Special K), el LSD y el PCP, ha sido considerada una droga de diseño de alto riesgo cuyo consumo puede conducir a la muerte. Eso no significa que quien la prueba vaya a morir, pero la conjunción de varios factores podría dar ese resultado. Uno de los principales problemas es que debido a una falta de control sobre la producción de pastillas, las dosis son muy variables. Un día se pueden tomar tres pastillas con 35 mg de Ecstasy cada una, y al siguiente pensar que  tres darán el mismo resultado, pero en realidad se ingiere el triple de la dosis porque esta vez contienen 110 mg cada una.Ruíz Loyola, Benjamín. “¿Éxtasis? Las drogas del diseño.” ¿Cómo ves? Revista de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México. Año 4, Núm. 46. pp. 10-14. De acuerdo al profesor Ruíz Loyola,  lo que se requiere en nuestro país respecto a la prevención del consumo de sustancias ilegales es una mayor circulación pública de la información al respecto, así como la consideración de la corriente social que pugna por la legalización de estas sustancias como único medio de control sanitario. Sobre el debate del Ecstasy como propulsor y/o inhibidor de los movimientos involuntarios en la enfermedad de Parkinson, “Ecstasy: Party drug could fry your brain.” Scientific American. (27/09/2002).URL: http://www.capitolhillblue.com/artman/publish/printer_547.shtml ;
 “Ecstasy has dramatic effect on Parkinson’s symptoms.” New Scientist. (06/10/2002); 
URL: http://www.newscientist.com/news/news.jsp?id=ns99993015

[73] Podían presentarse las más extremadas formas de embriaguez; sin embargo, por lo que sabemos, en aquellos tiempos, no se habla de adicción. Para esos mundos, casi se podría proclamar la regla empírica: cuanto más profunda la experiencia de droga, más imposible la adicción. Lo que la tendencia a la adicción excluye, ya de entrada es la forma ritual del éxtasis y la definición sacramental de las realidades manifestadas mediante la sustancia embriagadora.” Sloterdijk, Peter. ¿Para qué drogas? De la dialéctica de huída y búsqueda del mundo.” En Extrañamiento del mundo. Valencia, Pre-textos, 1998. p. 132. Tr. Eduardo Gil Bera). Cap. III.

[74] Delhumeau, Antonio. “Acción y poder”. Addictus (“Madre de todos los vicios, adicción sólo hay una Tiempo libre y rituales de consumo de substancias.”) Entrevista por Lilia Monroy. Año 1, No. 5, marzo-abril, 1995. Editor Sinto Espresate Renau. p. 17.


[75] Sloterdijk, Peter. Op. cit.  p. 137.

76 “La teatralidad genera la suspicacia y la sospecha es la genealogía misma del hombre teatral...” Delhumeau, Antonio. El hombre teatral. México, Plaza & Janes, 1984. p. 48. De acuerdo a las ideas del sociólogo mexicano Antonio Delhumeau, el hombre ha surgido de un mono que se volvió dramático, mímico, que aprendió a representar papeles, unos más terribles o benévolos de lo que en verdad es, según el rito que ejecute y de acuerdo con el mito que encarne. Al individuo urbano se le escapa la unidad de su conciencia y la integridad de su acción porque se desparrama cada vez más en papeles que no tienen jerarquía ni imbricación entre sí: meros roles dispersos de carácter familiar, político, técnico, religiosos, moral, económico, educativo, sexual, amistoso, hostil. En cada papel asume incluso varias ideologías, o convicciones, de acuerdo a la situación y el escenario. Los jóvenes urbanos padecen el peso del complejo de Hamlet: se les pide realizar el proyecto no realizado por los padres. Tal ideología del progreso en sociedades tan competitivas y con tan pocas oportunidades como la nuestra, genera un sentimiento de asfixia. Entonces |sucede que uno de los fenómenos característicos de la adolescencia, el reclamo por una comunidad diferente, ya no es propio sólo de los jóvenes, sino que despierta en otros individuosociales en aras de una solidaridad emergente. 

[77] “Lo dicho se puede imaginar por medio de un experimento mental. Supongamos que la hostia consagrada del ritual católico se preparara con una gota de dietilamina de ácido lisérgico, la famosa criatura de Albert Hoffman, la toma de la comunión cristiana tendría entonces derecho a ser nombrada con el mismo título que el soma o el peyote. Menudearían apariciones de Cristo y visiones del Padre en la misma proporción que las alucinaciones divinas eleusinas; el cristianismo sería, entonces, una religión sintética de trance, como el xango brasileño o el candomblé, ampliada con los componentes de la teología griega. Con eso finaliza el experimento.Sloterdijk, Peter. Op. cit. p. 137. 


[78] Jeffrey, Denis. Religion et posmodernité: un problème de identité.” Religiologiques, No. 19  (Posmodernité et religion) printemps, 1999. Frente a la realidad de los poderes globales instituidos algunos autores vislumbran una serie de pequeñas movilizaciones alrededor del mundo; microresistencias que fundan microlibertades. Ya sea concebida como momento histórico o ideología, la modernidad con su sujeto racional y autónomo, con su individuo como principio y valor,  implica una tensión con las doctrinas ortodoxas e instituciones de la religión, particularmente del Cristianismo. El  sujeto moderno constituye su identidad mediante un proceso narrativo separado aparentemente de cualquier dimensión religiosa. El sujeto moderno es religioso, pero no lo sabe. Así,  la modernidad puede denominarse religión de la antireligión. (religion de l´antireligion); y es que las fuertes corrientes del pensamiento moderno como el psicoanálisis, el marxismo y el positivismo construyen una fortaleza frente a las amenazas de la concepción sobre lo sagrado, ya sea desde su infiltración en lo psicológico, en lo económico, o bien, en lo político. Para la modernidad el término religión implica en el ámbito de la vida privada y pública la sumisión a poderes y creencias retrógradas que le impiden al ser humano fijar sus esfuerzos hacia un futuro de progreso. Con relación a los estados alterados de conciencia y documentado por la obra de Georges Bataille, Denis Jeffrey también  ha realizado un esfuerzo por comprender el fenómeno Rave a partir de la noción de transgresión; así mismo ha acudido a las teorías psicoanalíticas para comprender la regresión característica del espíritu de los Ravers. Jeffrey, Denis. Le rave : mise en scène d’une jouissance transgressive. Technoritualités - religiosité  rave  no. 24 (automne 2001).

[79] Por ejemplo, la New Age se refiere a una ola de movimientos religiosos nacidos en los años 70 relacionados con el mundo oculto de las religiones arcaicas. Melton, Gordon. Beyond Millennialism: The New Age Transformed.” Conferencia pronunciada en el coloquio “New Age in the Old World.” Institut Oecumenique de Bossey, Celigny, Switzerland. July, 17-21, 2000.
URL: http://meta-religion.com/Espiritualismo/nueva_era.htm

[80] La riqueza de las manifestaciones religiosas es tan vasta como la misma historia de la humanidad. Lo sagrado y lo profano son concepciones que han evolucionado a través de los tiempos. Por ejemplo, en  sociedades primitivas y otras civilizaciones incluso hoy existentes, a diferencia del Cristianismo, lo sagrado está íntimamente relacionado al erotismo.  Por ejemplo, mediante una sexualidad equilibrada, el emperador de China asegura la fertilidad de las tierras sin connotaciones de pecado o acto diabólico. También el equilibrio de las energías femenina (Yin) y masculina (Yang) sucede bajo el ejercicio sexual ordenado de acuerdo a los ritmos de la naturaleza y para  la obtención de salud y armonía en la pareja.  Jeffrey utiliza el término de religiosité instituante para referirse a las nuevas formas de creencias, rituales y prácticas religiosas características de nuestro tiempo. Diversos estudios coinciden en señalar una tendencia  a traducir la religión al ámbito de lo cotidiano, a manera de una práctica común, una sabiduría espiritual y un arte de vivir fuera de una esfera pública guiada por un poder institucionalizado. Para comprender las formas religiosas de nuestro tiempo es necesario acompañar al individuo en sus actividades cotidianas a fin de observar como  ejerce su religión personal, práctica emergente en la actualidad postmoderna.

[81] Si en la construcción de su propia identidad  el sujeto moderno es despojado de su  naturaleza religiosa, son las obras de los grandes pensadores como Nietzsche, Darwin, Marx y Bataille las que ponen de manifiesto la ilusión de la utopía progresista de la civilización occidental, de nuestro modo de vida como el mejor y la forma más perfecta de concepción del mundo.

[82] Gilbert Durand  subraya que el puente (le pont)  es el símbolo maestro de la religión como medio para la comunicación con lo sagrado. Es ésta precisamente la imagen del pontífice como constructor de puentes. Para Durand la comunicación con la alteridad es profundamente religiosa. En las sociedades pluralistas y cosmopolitas  las expresiones individuales o colectivas sobre la religión son diversas y múltiples. Un cristiano, un musulmán y un Raver pueden tener una experiencia de lo sagrado idéntica, sólo que ésta difiere al ser expresada en significantes propios que le confiere su imaginario compartido.


[83] Lipovetsky, Gilles. L’ère du vide. Essais sur le individualisme contemporain. Paris, Gallimard, Folio Essais, 1983.